El Ayuntamiento cancela 8 proyectos votados en presupuestos participativos

Campo de fútbol de la A.D. Oña-Sanchinarro, construido con los presupuestos participativos
Martes, 20 Octubre, 2020

Hubo, sin duda, aspectos reseñables en las políticas de la anterior corporación municipal, pero pocos que involucraran a la ciudadanía y que generarán tanta ilusión como los presupuestos participativos. En 2015, con la llegada de Ahora Madrid al Ayuntamiento, se inicia un impulso a la participación ciudadana sin precedentes, uno de cuyos ejes fundamentales se materializó en los presupuestos participativos, proceso por el cual, la ciudadanía decide de forma directa en qué se gasta una parte del presupuesto municipal.

 

Esta herramienta permitió que, particulares, colectivos y entidades de nuestra ciudad, sintieran que eran decisorios e importantes en la construcción de sus barrios, a través de sus ideas, sus propuestas y más que eso, con su implicación y trabajo desinteresado para desarrollar proyectos propios en la ciudad. Constituyeron un éxito sin paliativos y las cifras así lo refrendan; 2016 arrancó con 22.389 participantes, cifra que casi se dobló en 2017 y alcanzo las más de 60.000 en 2019.

 

A pesar del desafío que supone el costoso proceso de redacción de los proyectos y a la frustración por lo dilatado de los plazos de ejecución de los mismos, significativos proyectos de los distritos han salido adelante gracias a dicho esfuerzo y a la implicación de vecinos y vecinas que vieron, en los presupuestos participativos, una herramienta útil y valiosa para conquistar demandas históricas o mejoras desatendidas durante años por la administración local.

 

Así en Hortaleza, contamos con un campo de fútbol más, el Oña-Sanchinarro; con una nueva escuela infantil también en Sanchinarro; se instalaron distintos puntos de compostaje comunitario; la cabalgata del distrito cuenta con un espacio para almacén; se adquirió un escenario y un equipo de luces para festejos; se realizó un estudio sobre discapacidad; se asfataron varias calles del distrito; se realizón un taller de autodefensa feminista. Estos son solo algunos ejemplos, pero la variedad de proyectos y ubicaciones es muy amplia (todos los proyectos de presupuestos participativos aprobados hasta el momento, se pueden consultar en decide.madrid.es/presupuestos)

 

 

Taller de autodefensa feminista

Taller de autodefensa feminista

 

Asfaltado de Avenida de San Luís, una de las calles que se asfaltaron con los presupuestos participativos

Asfaltado de Avenida de San Luís, una de las calles que se asfaltaron con los presupuestos participativos

 

Una de las áreas de compostaje creadas en Hortaleza con los presupuestos participativos

Una de las áreas de compostaje creadas en Hortaleza con los presupuestos participativos

 

Escuela Infantil La Ardilla, en Sanchinarro, fruto de los presupuestos participativos

Escuela Infantil La Ardilla, en Sanchinarro, fruto de los presupuestos participativos

 

Algunos proyectos se quedaron a medias o sin empezar: es el caso del nuevo campo de rugby, del rocódromo de escalada en Valdebebas, o del gimnasio en el polideportivo Hortaleza; parques para mayores, parques caninos o replantación de árboles en diversas zonas del distrito.

 

Lamentablemente, el actual gobierno del consistorio madrileño ni aprecia ni entiende el concepto de participación, es más, ya adelantó sus intenciones nada más llegar al gobierno. Desde la Concejalía de Participación Ciudadana se han lanzado al desmantelamiento de las conquistas logradas en materia de participación ciudadana: foros locales, presupuestos participativos, Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana o la Ordenanza de Colaboración Público Social. En este clima, el pasado 12 agosto, se publicó la declaración de "inviabilidad" de 232 proyectos de los Presupuestos Participativos, 8 de los cuales pertenecen a Hortaleza.

 

Este distrito tendrá que prescindir, por tanto, de actuaciones tales como la creación de ludotecas en barrios con mayor población infantil o de la instalación de una zona deportiva de calistenia, en ambos casos, por "estar esta necesidad ya cubierta a través de otros recursos o proyectos". Creemos que el Ayuntamiento podría especificar cuáles, al menos.

 

Tampoco contaremos con la instalación de elementos que permitan tener sombra en los parques infantiles ni con un nuevo parque para mayores, "por su relación coste-beneficio y porque las disponibilidades presupuestarias y las prioridades en cuanto a áreas de equipamientos, hacen que en estos momentos no se considere viable". Es decir, porque el Ayuntamiento así lo dice y qué sabrán los vecinos y vecinas de sus necesidades.

 

Ni siquiera tirarán adelante con UN piso para familias que acaban de ser desahuciadas. En este caso el argumento para anular el proyecto reza así,  "el proyecto objeto de este informe, adolece de una fundamentación cuantitativa y cualitativa previas, en la que se aporten datos contrastables de las actuaciones a que aluden, … por lo que se podría sobredimensionar la necesidad y en consecuencia la dotación presupuestaria". ¡¡SOBREDIMENSIONAR la necesidad habitacional de personas desahuciadas!! Un disparate.

 

Y así, hasta los ocho proyectos que, según el Ayuntamiento de Madrid, Hortaleza no necesita. Lo más llamativo es que, estos mismos argumentos, se repiten hasta 80 veces en el caso de la inviabilidad técnica o 49 veces en el caso de la existencia de una actuación similar que cubre la necesidad. Vamos, que ni se han tomado la molestia de realizar un análisis pormenorizado y riguroso. Aunque fuera solo por respeto a la ciudadanía que ha participado en la elaboración y apoyo de estos proyectos, el Ayuntamiento debería dar marcha atrás y ejecutar todos y cada uno de ellos. Todo lo que huele a participación, es puesto bajo la lupa de esta tecnocracia trasnochada, asustada por la “injerencia” de una ciudadanía activa, estimulante, creativa y consciente de sus necesidades. En vez de crecer junto a las personas pisotean la iniciativa ciudadana, ajenos a la riqueza que se pierde. Nunca se había visto a alguien, afanarse con tanto ahínco como lo hace la Señora Saavedra para hacer desaparecer el área de la que es responsable. Si usted no quiere trabajar en pos de una ciudad mejor, deje que la ciudadanía que sí lo desea, lo haga.